domingo, 4 de julio de 2010

Like A Madonna

- ¿Pasó?
- Algo así…
- ¿Cómo “algo así”?

Mariana frunce la frente, y se le escapa una sonora carcajada.

- ¡Boluda, contame!
- Se animó… ¡ya era hora!

Mariana ríe otra vez y Sofía, ansiosa, la apura.

- ¡Quiero detalles!
- Era domingo, mirábamos fútbol: México-Argentina. Él estaba muy ansioso. Terminaba el primer tiempo, y yo sólo pensaba en… caricias.
-Estabas con todo…
-¡Y a él le gustaba! Le dije que el Mundial ya me cansaba un poco… y apagó la tele.
-¡Vos estás muy loca!
-¡Estaba hecha una loca! Le dije que podíamos jugar… otro partido.
-¡Ibas por la pelota!
-Y me empezó a besar. El cuello, la cara, la boca…
-¿No estabas nerviosa?
-Estaba muy ansiosa… curiosa. Pero, en el fondo, muy nerviosa.
-¿Pero estabas segura?
-Me sentía liberada… emocionada. Era un nuevo juego.
-O un juguete nuevo…

Mariana piensa… y vuelve a reír.

-¿Qué pasó?
-Me saqué la ropa, le rompí la camisa…
-Boluda, ¡le estabas violando!
-Le miré a los ojos, y le dije: “¡Soy Madonna!”.
-Estás loca…
-“¡Soy Madonnaaa!”…
-¡Muy loca!
-¡Le dije dos veces que era Madonna, y no entendía!
Entonces empecé a cantarle “Like A Virgin”, y me movía, y le miraba, pero él estaba muy nervioso…
-¿Pero le gustó?
-¡No entendía nada! Me frustré…

Mariana suspira, y se emociona.

-Me agarró de la mano. Me pidió que no actuara. Que no quería a Madonna, que quería a Mariana.
-Eso es muy tierno…
-Era tierno, pero yo me sentí patética. Yo quería gustarle…
Toda mi vida imitando a Madonna, para pedirme a Mariana.



JC

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