miércoles, 30 de junio de 2010

Ella

Un día cualquiera, el paseo termino en un cuarto (aunque eso ya era medio costumbre) pero este día era diferente; era cualquiera. La besé. Sonrió. Me gustaba su sonrisa. La acaricié. La besé.-No quiero-. Odiaba sus palabras. Todas. Yo te cuido, dije. ¿Me amás? Su voz. Sí. Me besó. La abracé. La besé. La desvestí. La besaba, la abrazaba. Empecé y gritó. ¡Basta! Me detuve. No pude controlarme. Volví a empezar. Gritó y lloró. Hasta ahí- le prometí. Continué. Ella lloraba y gritaba. Intentaba apartarme. Gritaba. Me gustaba. La sostuve con mayor firmeza. Seguí más rápido, más fuerte. Gritaba. Le dolía. Le dolía, pero a mi no, la estaba haciendo mía. Gritaba. Más rápido, con rabia. Lloraba. Si gritaba, le gustaba, si le gustaba: puta era. Fui más duro. Acabe satisfecho. Seguía llorando. ¡Quería que se callara! Al fin y al cabo: gritó y si gritó, le gustó.
Se levantó. Me miró a los ojos y me suplicó que la llevara a su casa.
Yo. Sed de ella. Sed de su dolor. Dolor que me saciaba. Dolor que la mataba.
Y esa fue la primera noche que la asesiné.
María Pilar

martes, 29 de junio de 2010

Conocimiento

De mi saldrá sólo por cesárea,
Artificiosamente.
No de mi panza sino de mi mente.
Revoltoso,
Me patea dándome dolor de cabeza,
Y me marea,
Hasta nausea me deja,
Pues no me pertenece,
No soy su dueño,
Ni lucrar con él debo.
Es autónomo,
Y aunque está que me deja,
Que me abandona,
Que huye de mí,
Dependo,
Enteramente de sí.


Henedino

lunes, 28 de junio de 2010

¿Por qué escribo?

Juro que no las busqué
las palabras me encontraron
y ellas se enredaron conmigo
creo que de puro capricho
como de un conjuro equivocado

Primero me escondí
pero ellas brotaron hasta ahogarme
me descubrieron
me desnudaron
y me hirieron

En mi adolescencia me transtornaban
me rebelaban
me superaban, me convencían
hasta que no pude con ellas
se metían en mis manos
en mi boca y habitaban mis pensamientos
Y yo tenía necesidad de sacudirlas
Y me sucedía entonces que una hoja
era necesaria como un pedazo de pan

Confieso que escribí en servilletas de papel
y hasta en hojas de papel higiénico
Escribí de día y de noche y hasta el alba
Locura de este conjuro que hizo de mí: palabritas, palabrotas,
palabronas y palabreríos
Hasta llegar a la despalabra
Queriendo desandar lo andado
y desufrir lo sufrido
Me despertaba hilando palabras insomnes y malheridas
Algunas me asustaban, me arrinconaban, me apasionaban
y me encontraba de repente
poniendo palabras en los zócalos
y alguna rima arrimada al viento

Admito me equivoqué con palabras
Vomité muchas de ellas
para herir, para huir
y las usé también para juntar lágrimas
para construir, para recomenzar

Hoy estoy resignada
a este maleficio y maloficio
Sólo quiero tocar la punta de su manto
Sólo digo caí vencida
caminando al galope de su vuelo.


Lucia Valdez


Laboratorio de Escritura


Labora, labora

Que no sólo hay inspiración y musa

para tu andamio de palabras

Labora con ideas viejas o nuevas

con rimas o sin ellas

Pero escribe,

escribe por que escribes

que sólo escribiendo

sabrás decir las palabras tuyas

o puede que te preste las mías

o que descubras en el útero de tu garganta

gritos silentes

o que detrás de una gitana

encuentres rebeldía nómada

Puede que detrás de unos pies descalzos

hasta las tumbas escondidas hablen


Labora, labora

que muchas palabras andan sueltas

necesitadas de discursos por ser hablados

por esperanzas a ser nacidas

por amores a ser amados

Escribe que puedes redimir pecados

Que puedes traer primavera a las culpas

Abrazos a las soledades

Labora

Laboratorio de escribientes

Que si escribes pueden resucitar los muertos.


Lucia Valdez

14-06-10


sábado, 26 de junio de 2010

Poesía

Poesía es mirar a los ojos al miedo
Escupir con dolor las gargantas al viento
Es romper el azar que aquieta el desconsuelo
Y beber del clamor del que ansía consuelo.

Poesía es morder, sin llorar, el anzuelo
Es clavar el puñal y reir en anhelo
Es sentarse y comer sin hallar qué comer
Que alimento es palabra, es canción, emoción.

Poesía no es verso, no es rima ni prosa
Poesía es el alma cuando dice una cosa
Es quedarse descalzo, es quitarse la ropa
Es cortar tu propia carne, ver sangrar y reir.

Si preguntas qué es poesía
No estás listo en su venida...
Cierra los ojos, abre tu herida
Eso es poesía.


Jorge Coronel

viernes, 25 de junio de 2010

QUÉ ES POESÍA?

Un pequeño río de sangre que corre desde de una nariz que está encima de unos preciosos labios de carmín, carnosos y sensuales.

Ojeras profundas y oscuras como una cueva alrededor de unos ojos inmensos, verdes, soñadores.

Una indígena quitando el pecho afuera para darle de mamar a su hijo, dentro de la cosmogonía de un backstage, durante una jornada de grabación de una película sobre Artigas.

El arroyo de lágrimas que recorre todo el ante brazo de unas manos que se están tapando la cara para que nadie visualice ese llanto.

Un chorro de luz derramado por el sol que cae sobre el cabello de la cabeza de un niño de 5 que está aprendiendo a jugar pool con su amigo de 27 que está sentenciado a 4 años de prisión ahí en Tacumbú, donde en ese momento están jugando el juego de la bola del 8.

Una foto en blanco y negro, espontánea y honesta, de Mike Figgis dando indicaciones actorales a Nicolas Cage y Elizabeth She antes de filmar una escena de Leaving Las Vegas.

La Marilyn de Andy Warhol. Las manos de Bach y de Edith Piaf. Los días naranjas, amarillos, grises y azules. Los cielos turquesa, grises y rojos. Las auras fucsia, púrpura, violeta y lila. La imaginación de Cortázar. El humor de Tarantino. Los colores de Monet y Van Gogh. Los lentes de Lennon. Un video clip de los Smashing Pumpkins. La transgresión de Anais Nin. La excentricidad de Bjork.

La risa casi nerviosa de una joven cuyos ojos están hecho compotas e inundados de lágrimas.

Un dedo meñique masculino que toca a un dedo meñique femenino sobre un banco, en una plaza.

El tierno y sensual beso francés de dos mujeres.

Una boca masculina besando otro pie masculino.

Unas manos ancianas y femeninas acariciando el cabello castaño de una cabeza joven, masculina.

La perversidad inocente. La ternura oscura. La sensualidad sublime.

Poetry. Poesía. Poésie.



MARLENE SAUTU

jueves, 24 de junio de 2010

¿Por qué escribo?

Contar, comunicar, cagarme de la risa, expresarme y manifestarme, ser, estar, sangrar, ser feliz, eyacular, llorar, transgredir, sufrir, volar, aparecer y desaparecer. Hacerle caso a los demonios blancos y a los ángeles negros que habitan en mi jardín de neuronas.

Escribo para contar y narrar lo que mis retinas ven, lo que mi corazón siente, lo que mis oídos escuchan, lo que mi alma percibe.

Similar a un vómito de emociones y sentimientos (de diferentes colores), la escritura, en el caso mío, se trata de una necesidad. La hermosa necesidad de tangibilizar las imágenes que mis ojos captan con cada disparo que realizo al parpadear y la enorme necesidad de hacerme responsable de lo que veo-siento-escucho- huelo-percibo.

Tal vez cuando hablamos por medio de la palabra oral, habla más la razón que el alma. En cambio, cuando hablamos por medio de la palabra escrita, habla más el alma que la razón. En la escritura, el alma no tiene dramas de desnudarse y tener sexo con las palabras (y tal vez hasta una orgía con los signos de puntuación) para luego escupir todo lo que le venga en gana, ya sean sapos o perlas.

Hay cuestiones que son universales pero siempre resulta altamente nutritivo escuchar o leer una historia que está contada desde otro punto, con otro lenguaje, otros colores, perspectivas, matices, ángulos, texturas, tonos.

Diane Arbus decía que ella sólo disparaba cuando sentía que su cámara iba a estallar. Y sí. Por eso escribo, en realidad. Para hacer click utilizando a las palabras cuando mi sensibilidad está a punto de explotar.

O mejor dicho, para ayudar a mi alma a desnudarse e insitarla a que le haga el amor intensamente al lápiz y a la hoja hasta que todos estallemos en un delicioso orgasmo.


MARLENE SAUTU

...

El gris es también azul

en el cielo de un lunes que no es viernes

El reloj acelerado

despierta a la rutina

y abre la puerta

a una mañana

blanca

y negra

que entristece

y alienta.


Las bolsas de hules,

al pie de un árbol joven deshojado,

se congregan

y se enredan

a los tacos agujas

de una ciudad

que huele a jazmines

en las esquinas abandonadas

y clausuradas.


En las aceras resquebrajadas,

en mitad de la multitud

una mano mendiga se arrastra

y la indiferencia

lo invisibilizaría,

mas los soles artificiales

atraviesan aquellos toldos.

Luz y flores en aquella mano

y en las otras

deja caer...


Suena el viento

y los balcones de los pisos de arriba

en las calles agitadas,

donde la poesía daltónica

no saben de semáforos

y atraviesa el tiempo,

infringe resoluciones,

protesta en las murallas,

se niega a sí misma,

huye de su propia naturaleza,

la hecha de palabras,

para hacerse carne inmortal

entre nosotros...


La poesia es todo eso

y

ese

infinito etcétera

que apenas sospechamos...


-liz-

-
¿Qué es poesia?

Contemplo tu cadáver frio con la mirada perdida en el vacio. El brillo de tus ojos no está, brillo que era presagio poético de felicidad.

Llegue tarde como de costumbre. Tenia ganas de verte. Estaba ansiosa. Durante el viaje de regreso me arreglé, ahora mis labios brillaban de un rojo carmesí.
Llegue: cenamos, charlamos, nos despedimos.
Llegue: cenamos, charlamos, dormimos.
Amaneció.
Quedamos en ir al cine
Cine. No apareciste. Me plantaste.
Llamadas. Muchas.
Llamadas. Ninguna.
Llamadas. Excusas.
Tiempo. Ansiedad
Tiempo. Obsesión
Tiempo. Desapareciste.
Te encontré. Te aceche e hilo por hilo fui destejiendo la trama de tu poesía épica
Rencor. Voces. Esquizofrenia
Con una 38 a tiro certero de tu cráneo.
Bofetadas. Patadas. Puñetazos.
Tus gritos. Tus súplicas. Tu llanto: mi poesía lirica
Mi voz – ¡Callate! Cállate o te mato! ¡Callate o te mato hasta que te mueras! ¡Callate o te mato de tal forma que vas a querer morir!
Tus gritos. El disparo.
Una última patada en el pecho. Tu silencio.
Tu cuerpo inerte. Tu boca cerrada. Tus versos callados. Tus mentiras: poesía maldita.
La marca de mi tacón en tu pecho, tus gritos y súplicas: la más perfecta cadencia que escuché.
Amaneció. Desperté.
P.D.: Deberías estar muerto.

María Pilar

miércoles, 23 de junio de 2010

Qué es poesía.

Poesía ¿eres tú? ¿ La misma, la de aquel anaquel o la que quedó en la noria de mi memoria? O eres una fina, delgada y elegante daga de una vaga maga. Aprisionada en mi mano diestra, muchas veces, siniestra. Templado su filo por voces, ecos y grito. Descansas, duermes o sueñas con el orificio de un vicio que quiere ser oficio. Azcona también eres, partes de un arcano arco sea ya de una sima o una cima. A veces; saeta de poeta otras dardo de bardo, también venablo de diablo. Hieres, acaricias, sanas, matas, desconciertas, sorprendes, ignoras, desprecias, despiertas, mientes, pero siempre eres verdad en la oquedad de la soledad sin edad.
Carlos Almeida.

Por qué escribo

"es un fluir también huir. Galopar sobre una extensa, densa y tensa planicie. Escribo desde el estribo, cribo. Intento de pavimento sobre este blanco territorio. Permanente búsqueda de palabras silenciosas, licenciosas, mudas, desnudas, vestidas, detenidas, precisas y también occisas para una costosa construcción; un cuento, evento que lleva el viento, una poesía vacía, para la bacía, una novela para la abuela que ya no vuela. Pero ¿Por qué escribir, para qué escribir, de qué escribir, como escribir, para quién escribir? Lejanos tiempos, aquellos de "la letra con sangre entra". Hoy, ahora ¿donde están? Las llamo, las evoco, las convoco, las provoco, sólo acuden ecos en tenues atuendos. Escribir es vestir al existir. Escribir es querer desafiar a los recuerdos de la memoria del futuro. Escribir es lidiar con la espera, con el silencio, con la oscuridad, con las voces, con los gritos, con las grietas en los gritos y los gritos en las grietas. Entonces, para el martillo, el yunque y el estribo, escribo.
Carlos Almeida.

Que es ?

Lento
Pesado

Dibuja en el aire
Circulo de almíbar
Dulce

Bordeando
-mi breve espacio-

Suspiro
Fusión
Tu suspiro

martes, 22 de junio de 2010

Mi metapoesía

La poesía es la forma en la que me expreso
Para decir lo que no digo
Para pensar sobre lo ya pensado
Para no sentir lo sentido
Para extirpar el dolor inextirpable

Es mi recordatorio de los finales felices

Poesía es mojarse con el viento
Y secarse con el fuego

Poesía es caminar en el agua espinada
Y reír de la gangrena

Poesía es la vendita adhesiva para espantar la secreción olfativa

Poesía es el arte del mendigo, no pierde mucho, pues no tiene mucho.

Poesía es lo que soy
Poesía en latín es mi nombre.

Carmen Cañete

Yo lo hago porque…

Es mi manera de expresar mucho o poco a quien no entiende y a quien amo
Mi modo de decir sin pronunciar
Así es como me gusta cuestionarme

Cuando digo que escribo no lo estoy haciendo
Solo de esta forma gozo de los rostros que nunca me saludaran
Gracias a la vida siento que mis ojos no olfatean y tampoco mis labios ven

Y este caos es el riel donde me deslizo escribiendo sin cirugías estéticas lo que soy y fui

Y una vez más…
Porque es así que la sombra zurda se confunde en mis garabatos

¡Tengo magia!
¡Tengo voz sin sonido!
…hago ruido en el silencio

Escribiendo es cuando más contradictoria me pongo
Y me doy cuenta que es inmensurable mi incoherencia

…critiiico lo que quiero que cambie, a la velocidad de la luz, sin cambiar primeramente mi propio mundito

Entonces; solo en mi cuaderno transformo sarcásticamente la realidad que me toco vivir, ridiculizo mi siglo involucrándome con la barra espaciadora.

El viento robó mi movimiento
Se me esfumó la clave de sol

¿es terrorista aquella sonrisa?
El aliento se ha quedado sin dueño, vi en la tele.

Esto escribo mientras me esfuerzo por escribir algo interesante y novedoso.
Busco originalidad y no hago más que repetir mi técnica.

No dejo de pretender sonreír más
Mi historia relata batallas contra el aislamiento emocional y físico.

Hoy solo escribo.

Carmen Cañete
15/VI/10
2pm

jueves, 17 de junio de 2010

Por qué escriboiría…

Sparring.

Quisiera agarrarme a trompadas con la escritura.
Que me duela.
Tomarla como compañera y entrenarme con ella para el oficio de la necesaria.

Me encantaría, es cierto, darle golpes bajos, y que le duela. Si la hago hombre uno que otro golpe en sus huevos. Saber de sus gritos, escuchar cómo son los gritos cuando le duelen los huevos a la escritura.
Nunca la dejaría sin aliento, no por lo menos ahora en que necesito precisamente de su aliento.

Como buena compañera ella me daría sus golpes en mis riñones. Me dolerían las tripas, las entrañas… el vientre! Justo ahí desde donde se sufre el mundo que perece y se da vida entrelazada.
Quisiera que con su izquierda me propine ese dolor tantas veces experimentado en mis hermanas y hermanos poetas cuando escriben “hambre”. (Para que si llegase a escribir, alguna vez, la palabra hambre, nunca nunca se me olvide y siempre tenga presente, que en esa palabra hay dolor de muchos. Como ahora mismo. Porque, precisamente, si quiero aprender con ella, es para que si alguna vez tenga que escribir “desaparecidos”, me enseñe la forma de la manera en cómo hacerlo sin decir, sin escribir, al mismo tiempo ¡Presentes! Que lo están).

Quiero dolerle yo su cosa, es cierto. Pero que quede claro también por qué.
A veces la veo tan envuelta en peleas, guerreando con la dominante, a escupitajos con la hegemónica, que la ilusión es contribuir pa la batalla en la que se encuentra, porque la lucha suya también es Revolución!

Entre nosotras no habría esto de vencedores-vencidos. Es otro nuestro oponente principal. Antes de empezar, haríamos calentamiento, y por eso les expropiaríamos algunas frases y construiríamos con ellas un saco más que de arena de polvo. El saco lo llenaríamos con frases como los pobres son pobres porque no quieren trabajar, todos los campesinos son haraganes, los indios deben desaparecer, pero sobre todo juntaríamos lo más que pudiésemos esa frase que tanto abunda en cartelitos, los diarios, las tranqueras, en los alambrados: propiedad privada.

Esas, las más fáciles pero al mismo tiempo las más duras, son con las que haríamos calentamiento, para que nuestro puño cerrado se haga más fuerte a la hora de los golpes con el Kapital.

Después de tanto sudor y sangre, nos tomaríamos ducha de relajar, e iríamos a tomar cerveza en algún que otro bar.

Salud!

Práctica Número Uno

Como solía decir un excompañero: A las palabras se las lleva el viento...y a las palabras el basurero, pero sólo si uno quiere o se descuida, siempre hacia esa aclaración acerca de la última parte; lo importante aquí me parece es que la escritura o lo que está escrito no es tan frágil o débil para ser arrastrado o llevado por el viento, es una forma de permanecer en el tiempo o más tiempo, no sé si tanto como ser inmortales como algunos aseguran.
Escribo porque el tiempo es largo y la vida es corta.
Aunque a los escritos se los lleve el basurero, porque uno quiere o se descuida, también se escribe porque se quiere o se cuida, se quiere a ciertas personas, se cuida a ciertas persona y no siempre estamos o estaremos con ellas, es algo que de alguna forma llevarán consigo, después de todo escribimos para otros, por más que no se lo mostremos a nadie, siempre se tiende a recrear ese momento.
Forma de expresión, de comunicación, trabajo, terapia...se escribe para otros, es una respuesta a los otros, es escribir, porque es largo el tiempo y es corta la vida.

C. Morel

miércoles, 16 de junio de 2010

¿Por qué escribía? ¿Por qué escribiría?

(en mi caso, mejor estas preguntas)

Tras los tuka'ë kañy, los polibandi, las brujas de los colores y hasta de las Barbies, un placer solitario y hasta furtivo me extrajo de las calles de mi infancia... Fueron las manos de la poesía.

En aquellos primerizos versos sueltos, encontré el modo de impregnar algo de lo mucho que por dentro era y dejaba de ser. Un modo de exorcizar quizás la tristeza, de eternizar instantes sin importar si fueran buenos o malos, de plasmar en la verdad de mis días un algo que era capaz de recomponerme, de explicarme a mí pese a mi silencio, mi confusión y mi todo. De inventar, soñar...
Encontré un canal por el cual podía sintonizarme a mí y fluir...

Por eso escribía. Hablo en pretérito, porque llevo un tiempo sintiéndome estéril, pese a eso, algunos versos y prosas amorfas han surgido. Seres sin cabezas quizás, pero están ahí.

Y como extraño, algo, que aún no sé si es una necesidad o un simple espejismo nada más, quiero recomenzar, continuar...

Por eso escribía...
Y por eso quiero seguir haciéndolo...

liz-

POR QUE ?

Aventura. Creo que podria empezar con esa palabra.

Consultando el compendio de significado palabrico, tomo una de las definiciones que me parece la mas apropiada para citar: “Una aventura es una experiencia de naturaleza arriesgada normalmente compuesta de eventos inesperados.”

Podría adaptarla a mi idea de escritura, no? y claro, al por que lo haria.

Emprender el viaje para mí no es tarea fácil.
Enfrentarme a la página en blanco; puja entre borrones, manchas, tachaduras y vuelta a empezar.
Tomarle el hilo, darme el gusto de soltarlo de vez en cuando.
Soñar, plasmar sueños e invitar a pasar.

Me gustaría dar un salto al vacío sin paracaídas, sin preocupación.
Convertirme en loca de guerra, más que con cuchillo en los dientes, pluma y tinta. Tinta y pluma.

Aventurarme, si.

A la vez que conectarme y manifestar ideas, quisiera sufrir un poco más la alegría y siempre, pero siempre gozar mucho más la tristeza.

Aventurarme… eso es.

Dejarme llevar, sonreír y llorar… con las palabras.

CZC

Inevitable


Deslizando las manos sobre el algodón, liberé uno a uno los botones de mi disfraz. Lo tiré sobre una silla y me dirigí descalza al jardín.

Me vestí de luna, adorné mis cabellos con jazmines recién cortados y me coloqué pendientes de estrellas.

Fragante de veranos ardientes, aturdida de infinito me puse a caminar. Cada tac tac de mis dedos era un viaje de ida y vuelta al universo.

Aquella. La que yo era cuando no era. ¿Quién era?

Prisionera de un tirano de acero que palpitaba en sus muñecas con los latidos eternos del tiempo. Bajo su blusa palpitaba otra.

Nos mirábamos cada mañana mientras yo desprendía los jazmines de mis cabellos y ella se ataba una cola. Yo me desnudaba de mi vestido de plata y ella abrochaba su blusa y sujetaba su falda a su cintura. Terminaba por sacarme los pendientes estelares y ella se sumía a la dominación de acero y cristales.

Nos mirábamos largamente y sonreíamos. El café humeaba en la mesa del desayuno y el tic tac la apremiaba. Le guiñé un ojo y se marchó.

Y yo quedé aquí, en el suspenso de la frase incompleta que ella dejó en esta hoja mientras iba a vivir mi vida.

Cimariel

Escribo

Escribo porque quiero
Cuando quiero
Y porque puedo
Porque con letras abro
Un puñal de palabras
Y en sus versos grita
Una luz de esperanza.

Escribiendo rasgo
Al crayón del olvido
Y enciendo, sutil
A un amor perdido.

Escribo, y no pregunto
Si me resulta tonto
Escribo, aunque parezca
Que lo he perdido todo.

Palabras que me brotan
-no me importa si riman-
Pero sé que escribiendo
Terminaré la vida.


Jorge Coronel

martes, 15 de junio de 2010

Por qué escribo

Las palabras desbordan, como que sobran, se congregan a la vez y no encuentran salida. ¿Será que se acostumbraron a la falsa realidad que cuando se trata de la realidad real no quieren salir?
Juntas son mis teorias; unas filosóficas otras solo fantasiosas, sin embargo, quieren descubrir el futuro, transitar el presente y recticar el pasado que condena con sus porqués de causas y efectos. Quieren huir y ratificar si es necesario, pero sobre todo plasmar las voces de mi subconciente que acusan a mi conciente de vivir a la vera del camino, quieren ordenar, quieren trepar la vorágine del sendero de los acontecimientos antes de que la distancia las extinga: sol buscan ser parte.


María Pilar Sanabria

¿Por qué escribo?

Dentro y fuera de las palabras, cuando de entenderlas se trata, a mi pulso lo dejo escribirlas, y en una frase o tal vez en más, las palabras, juntas, me hablan y me explican todo de cuanto antes no discernía. Es que como humano de ellas dependo, que se presenten y me acojan. Y cuando las diviso entre el blanco de la hoja, pretendo para con ellas tener gratitud eterna, más en el fin callan y ansioso quedo, pues viciado me dejan.

Henedino

Laboratorio en Asunción Paraguay 2010

El Laboratorio de Escritura Creativa es una iniciativa latinoamericana de antiegoísmo escritural, impulsada por el poeta y escritor chileno Tamym Maulén y el escritor colombiano Andrés Felipe Escovar. Con lecturas de textos y ejercicios de creación literaria, el laboratorio es un espacio de conversación y discusión en torno a la escritura, la literatura, la poesía, y el quehacer creativo en general. No pretende en ningún caso ser una cátedra sino un lugar de conjunción y retroalimentación de conocimientos, técnicas y experimentos, errores y más errores, pero bien hechos.
La experiencia del Laboratorio ya es concreta. Durante el primer y segundo semestre de 2009, esta iniciativa se desarrolló exitosamente en la capital de Argentina, en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y en la Facultad de Medicina de la misma institución. En Abril de 2010 se trasalda a Bogotá, Colombia, con igual y sorprendentes resultados. Actualmente se desarrolla en Buenos Aires y Córdoba, Argentina, bajo la tutela del poeta argentino Augusto Orta. Tamym Maulén y Felipe Escovar se encuentran ahora an Asunción Paraguay, donde estíran el elástico de la escitura emergente, imposándola y fomentándola en esa ciudad. No al sucio y aburrido egoísmo, es la consigna.

Asunción, Paraguay, Junio de 2010